Los directores ejecutivos piden a Mark Carney que "tome medidas" para apoyar al sector energético nacional

Los directores ejecutivos de energía de Canadá piden al primer ministro Mark Carney que elimine el límite de emisiones de los productores de petróleo y gas y derogue el precio del carbono industrial para ayudar a impulsar la industria.
Treinta y ocho directores ejecutivos de empresas energéticas canadienses firmaron una carta felicitando a Carney por su victoria electoral y proponiendo medidas políticas que, según ellos, ayudarían al primer ministro a cumplir su promesa de construir la economía de más rápido crecimiento en el G7.
“Como contribuyente importante a la economía canadiense, con un potencial significativo sin explotar, el sector energético debe desempeñar un papel fundamental en la consecución de esta ambición”, se lee en la carta.
Su enfoque en fomentar la independencia energética y mejorar la infraestructura energética y las tecnologías limpias de Canadá requiere una importante inversión en el sector y políticas energéticas y de carbono competitivas a nivel mundial. Durante la última década, la estratificación y complejidad de las políticas energéticas ha generado desconfianza entre los inversores y, en consecuencia, ha obstaculizado la inversión.

Los directores ejecutivos dicen que quieren una revisión de la Ley de Evaluación de Impacto, que establece el proceso para evaluar proyectos importantes, y de la Ley de Moratoria de Buques Petroleros, que prohíbe a los buques petroleros que transportan más de 12.500 toneladas métricas de crudo detenerse en partes de la costa de Columbia Británica.

Carney promovió en su campaña la agilización de las revisiones de los principales proyectos de infraestructura energética. Antes de las elecciones, prometió avanzar con el enfoque de "un proyecto, una revisión", reconociendo las evaluaciones realizadas por las provincias y territorios.
Los directores ejecutivos del sector energético también pidieron a Carney que derogara el sistema de tarificación del carbono industrial. Carney promovió en su campaña el fortalecimiento de esta política tras eliminar el precio del carbono al consumidor.
“La actual trayectoria de precios y rigurosidad federal resulta en costos no competitivos en comparación con aquellos con los que competimos para llevar nuestros productos al mercado”, escribieron los directores ejecutivos.
“Una solución es volver al sistema funcional donde las provincias administran las políticas y los precios para posibilitar inversiones en reducción de emisiones, mejorar el desempeño en materia de emisiones y mantener la competitividad”.
El gobierno federal presentó su propuesta de regulación para limitar las emisiones a finales del año pasado. Esta normativa obligaría a las operaciones upstream de petróleo y gas a reducir las emisiones un 35 % por debajo de las de 2019, entre 2030 y 2032.
Carney dijo antes de las elecciones que no eliminaría las regulaciones.
“Seguimos creyendo que el límite a las emisiones impuesto por el gobierno federal genera incertidumbre, es redundante, limitará el crecimiento y resultará innecesariamente en recortes de producción y sofocará las inversiones en infraestructura”, escribieron los directores ejecutivos.
Juntos, podemos impulsar la inversión en reducción de emisiones simplificando el régimen regulatorio, estableciendo un entorno fiscal atractivo y garantizando que las políticas de carbono protejan nuestras industrias exportadoras.